Cerro del Hierro
La acción de las lluvias y la mano del hombre han dado como resultado estas formaciones sorprendentes en mitad de los bosques de Sierra Morena, entre las localidades de Constantina y San Nicolás del Puerto (Sevilla), en pleno P.N. Sierra Norte.
En funcionamiento hasta 1980, aquí se extrajo hierro y esquisto durante siglos. Los romanos fueron los primeros y todas las culturas que pasaron por aquí dieron cuenta de su explotación, teniendo su máximo esplendor a finales del s. XIX y principios del s. XX.
La extracción del mineral fue lo que dejó al descubierto las diferentes formaciones de piedra caliza que se pueden ver hoy. Extrañas formas, fruto de una pretérita época con clima tropical.
Cascadas del Huéznar
Atraviesa la pequeña población de San Nicolás del Puerto el Río Huéznar. Ya pasado el pueblo serpentea por la zona denominada El Martinete, donde las rocas y el desnivel impiden que el curso del río discurra con tranquilidad. Aquí se suceden las cascadas, que provocan a sus pies pozas de aguas turquesas donde podemos dar buena cuenta de un chapuzón. Sin duda un paraje fresco para los calurosos días de verano.
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La acción de las lluvias y la mano del hombre han dado como resultado estas formaciones sorprendentes en mitad de los bosques de Sierra Morena, entre las localidades de Constantina y San Nicolás del Puerto (Sevilla), en pleno P.N. Sierra Norte.
En funcionamiento hasta 1980, aquí se extrajo hierro y esquisto durante siglos. Los romanos fueron los primeros y todas las culturas que pasaron por aquí dieron cuenta de su explotación, teniendo su máximo esplendor a finales del s. XIX y principios del s. XX.
La extracción del mineral fue lo que dejó al descubierto las diferentes formaciones de piedra caliza que se pueden ver hoy. Extrañas formas, fruto de una pretérita época con clima tropical.
Cascadas del Huéznar
Atraviesa la pequeña población de San Nicolás del Puerto el Río Huéznar. Ya pasado el pueblo serpentea por la zona denominada El Martinete, donde las rocas y el desnivel impiden que el curso del río discurra con tranquilidad. Aquí se suceden las cascadas, que provocan a sus pies pozas de aguas turquesas donde podemos dar buena cuenta de un chapuzón. Sin duda un paraje fresco para los calurosos días de verano.